La Familia Paulina y, en especial, las Hijas de San Pablo- Paulinas, estamos celebrando la entrada al cielo de una mujer pionera, Tecla Merlo, cofundadora de las Hijas de San Pablo.

La Hna. Tecla Merlo, primera Superiora General de las Hijas de San Pablo, nació el 20 de febrero de 1894 en Castagnito (Cúneo) de Alba, en el norte de Italia.

Fue una de las primeras jóvenes que, en 1915, siguió al padre Santiago Alberione, Fundador de la Familia Paulina, en el inicio de la primera rama femenina de las Hijas de San Pablo. Vivió los humildes tiempos de los inicios, estuvo al lado del Fundador colaborando de forma sabia e inteligente en la realización del proyecto divino del cual este era portador; pronta a asumir sin temor los medios de la comunicación moderna y a arriesgar en las iniciativas nuevas e inexploradas. Dio su maternal aporte en el surgir de los demás Institutos de la Familia Paulina.

Centró su enseñanza sobre un único objetivo: la vocación a la santidad. La santidad como condición única y esencial para la eficacia de la evangelización, realizada esta con los medios y formas de la comunicación social.

El 5 de febrero de 1964, con ocasión de su muerte, el Fundador testimonió: “Era el Señor quien la sostenía. Fue una persona contemplativa. Sabia también recurrir a las personas, pero siempre y en primer lugar a Dios. Todo debía venir de Dios y todo era para Dios”.

Su mensaje, aún por descubrir, es luz profética para la nueva evangelización; su experiencia de vida es “camino de santificación y de apostolado”, es luz cada vez más espléndida y clara para las y los apóstoles de hoy.

Su presencia como mujer consagrada sigue siendo un reto y un desafío hoy, para la mujer comunicadora y profesional que desee apasionarse por la humanidad y colocar su talento al servicio de la Evangelización.

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